domingo, 6 de octubre de 2013

Crónica de un viking: Valhalla (II)

Crónica de un viking: Valhalla (II)

Dejábamos ayer la crónica justo en la puerta de entrada al campo de batalla elegido para la ocasión, el mítico y remozado estadio de Wembley, escenario de las grandes ocasiones en diversos acontecimientos deportivos.

Siguiendo con la analogía de la historia de los vikingos, para cualquiera de ellos era un destino admirable el morir en batalla. En este caso, llegaban dos equipos con 0-3 en la clasificación y una incipiente emergencia y angustia para lograr una victoria e intentar encauzar un duro comienzo de temporada.
Tras entrar en el estadio, a los pocos minutos ya estaba otro medio de comunicación acechando a estos dos intrépidos vikingos españoles, en este caso la CBS por parte de un periodista de Minnesota que quiso indagar sobre el motivo de nuestro viaje, por qué éramos de los Vikings y acabamos hablando de los Timberwolves y de fútbol (soccer) ya que se declaraba fanático seguidor, especialmente del juego del Barça (maaaal).

Poco a poco se fue llenando el estadio con gradas llenas de colores de todos los equipos de la NFL menos de uno, las banderitas de los Vikings poblaban los asientos y las terrible towels acompañaban a las hordas acereras que campaban a lo largo del estadio y jaleaban el calentamiento de sus jugadores y nosotros flipando con los FG de 65 YARDAS!! De Walsh desde prácticamente la mitad del campo, increíble.
Javi estaba nervioso y tenso, servidor como veterano del Vietnam en la presencia de diversas competiciones deportivas lo camuflaba mejor y se preparaba mentalmente para la gran batalla.
Tras la actuación de la Sköl Line (una especie de batucada que tienen los Vikings en sus partidos de casa), la presencia de las cheerleaders y el cantante Tinie Tempah haciendo las delicias del público con su show (aquí tenéis la actuación completa gracias a un aficionado que la ha colgado en youtube:  Vídeo actuación Tinie Tempah ) mientras se completaba un tifo sensacional con los escudos de los equipos y sus colores, ahora llegaba el momento de las presentaciones.



La salida de los Steelers fue bastante aclamada por el público mientras que en los Vikings las mayores ovaciones se las llevaron Jennings y por supuesto, la traca final con la salida de Adrian Peterson entre el rugido de más de 80000 personas y un espectáculo de llamas y fuegos artificiales.



El momento de los himnos americano (Gene Simmons) e inglés fue el punto culminante con casi todo el estadio cantando ambos himnos…no hay nada como tener letra y estar en un escenario así para que se te ponga la piel de gallina y se anime uno a acompañar los cánticos.

Todo listo para la batalla, el público ruge, las toallas acereras y las banderas vikingas pueblan todo el estadio creando un espectáculo de color increíble…y entonces llega y baja las escaleras un aficionado de los Browns con la camiseta de Cribbs, el único equipo que faltaba y nos partimos de risa, bueno no tanto que nos ganaron la semana anterior.

El partido comienza con Cassell de QB, Simpson haciendo las delicias del público y llega el FG de Walsh para colocar el 3-0 en el marcador mientras la temperatura del estadio sube y la meteorología enfría nuestros cuerpos y la humedad cala los huesos y armaduras.

Llega el turno de Pittsburgh, es una delicia ver a Big Ben moviéndose en el pocket como una avispa evitando a las dagas voladoras laterales que llegan desde la DL de Minnesota y forzamos al punt tras dejarnos media vida gritando defense, defense y haciéndonos notar en la grada...retorno increíble hasta la 7 pero ya habíamos visto a Sherels hacer la señal de fair catch y pañuelito que invalida el gran retorno.


Aparece de nuevo Simpson que parece un receptor top 5 de la liga en este comienzo del partido y los Vikings que harían honor a las hordas del pasado durante el partido, llegada, saqueo y botín...pase de Cassell, excepcional movimiento de Jennings, se va de uno, de otro, corre Forrest corre, el estadio entero se levanta rugiendo, parecen que llegan dos más de Pittsburgh para pararlo pero los evita y tras 70 yardas llega el touchdooooooown de los Vikingssss, por el cuerpo sube un escalofrío cual burbujas de Freixenet, éxtasis total, euforia y 10-0 en el marcador, pero esto es muy largo.

                                                           Foto: Star Tribune

La alegría dura poco, un gran drive de Big Ben moviéndose de maravilla en el pocket y esquivando a Robison y Allen, Antonio Brown haciendo daño en screens y pases medios y cortos, más un gran catch de Sanders y una carrera de Bell colocan el 10-7 y el sector acerero aprieta de lo lindo en el campo, unos drives en los que las defensas se imponen a los ataques y llegamos al segundo cuarto con el 10-7 en el marcador.

Comienza el segundo cuarto y un holding pone las cosas difíciles a los Steelers que tienen que hacer un punt a la fuerza. Turno de Minnesota y de nuevo, saqueo y botín en otro big play (no me lo puedo creer dos big plays de Vikings en un partido) con All Day Peterson marcándose una carrera antológica de 60 yardas ante el rugido de Wembley viendo como esquiva rivales y dobla cinturas como la mantequilla que ponemos sobre un cuchillo reposa sobre la tostada de turno, 17-7 en un visto y no visto ante una defensa sorprendida, la box no funcionó esta vez.

                                                                       Foto: ESPN

Turno ahora de Steelers, Jared Allen caza tres veces a Big Ben ante el atronador ambiente del estadio pero una penalización hace que los Steelers acaben transformando un FG y cortan parcialmente la hemorragia, plantando el 17-10 en el marcador.

Los Vikings ahora realizan un drive en el que Simpson sigue masacrando a los acereros y un fumble de Cassell en una carrera acaba recuperado por el mismo Simpson de forma milagrosa, la suerte esta vez caía del lado de Minnesota tras un comienzo de liga en la que nos miraba de reojo y nos apuñalaba por la espalda con sendos crueles finales contra Bears y Browns. Al final se consigue un FG y nos marchamos al descanso con 20-10 en el marcador y las espadas en todo lo alto.

La gente aprovecha para comprar comida y bebida en grandes cantidades, viva la fiesta del gorrino que dirían en los pueblos castellanos o extremeños.

Comienza la segunda parte, salen con el cuchillo en los dientes Pittsburgh y, Minnesota, fiel a sus tradiciones con la típica empanada del que va ganando en el descanso, una bomba de 50 yardas (es increíble como se levanta la gente y ruge esperando a que el receptor la coja) acaba con una clara penalización de Robinson pegada a la end zone en la que peca de pardillo e ingenuo en una jugada en la que podía haber metido cuerpo y no la zarpa, y como castigo divino otro TD de los Steelers que se ponen 20-17 en el marcador y las toallas sobrevuelan Wembley.

Ahora Minnesota hace un drive con mucho sentido empezando con un gran retorno de Patterson y Cassell encuentra certeramente a sus receptores con Simpson de nuevo apareciendo en el momento más oportuno y acercando la bola para que Peterson remate con dos buenas carreras a los de Mike Tomlin poniendo el 27-17 sin mucho esfuerzo, al menos en apariencia.

En el siguiente drive, Big Ben peca de exceso de confianza y Greenway se cruza oportunamente para interceptarlo dejando a Minnesota en una franca posición para anotar, aprovechando una penalización sobre Pittsburgh y un buen pase a Jennings de Cassell para poner un 34-17 en el marcador sonrojante para los acereros y el público que comienza a vibrar y a hacer la ola con el púrpura y dorado asomando el hocico más que de costumbre durante el partido.

Greenway caza a Big Ben de nuevo pero Minnesota ya comienza a gestionar mal el reloj del partido y el libro de jugadas que tan bien había funcionado durante tres cuartos, y eso contra un rival tan duro y que no se va nunca del partido como Pittsburgh lo pagas. Los Steelers apelan a Roethlisberger y a la raza de campeones para dar zarpazos a final del tercer cuarto que nos hacen temer lo peor a los vikingos y Antonio Brown se erige en el estilete perfecto que apuñala el agujero que dejan los locales entre su línea de 4 y la secundaria.

El veterano Cotchery reduce distancias y coloca el 34-24, el público quiere un final apretado y los acereros aprietan de lo lindo y un inoportuno y sorprendente fallo de Walsh desde 44 yardas (estuvo a punto Minnesota de jugarse el 4&2 pero un tiempo muerto lo evitó) da definitivamente alas a Steelers que recortan con un FG y dejan el marcador en 34-27 a falta de 3:37.



Minnesota hace un buen drive pero por apenas una yarda no sentencia el partido y deja casi dos minutos de vida a todo un equipo correoso y aguerrido como Pittsburgh. Cotchery 36 yardas, Brown coge 3 veces la bola en jugadas casi calcadas ante la falta de ajuste y temple de la línea media defensiva, una de ellas con infinita fortuna, los nervios a flor de piel, el fantasma de Chicago y Cleveland acecha irremediablemente mi cabeza.

13 yardas, 59 segundos, bombeo de sangre del corazón, respiración a mil por hora, defense, defense, uuuuuuuuuh abucheo a Steelers con lo último que me queda de voz, electrizante atmósfera, el público quiere más, yo si fuera otro equipo sí, pero hoy no...6 yardas, pocos segundos y Griffen arrasa a Big Ben fuerza el fumble y Kevin Williams coge la bola y finaaaaaaaaaal del partido lleno de intriga, emoción y sufrimiento a partes iguales.

                                                      Foto: Sportsinternation

Minnesota se lleva la victoria al zurrón, euforia total entre los seguidores de los Vikings, desolación en los acereros que usan sus toallas para secarse el sudor y las lágrimas, cayeron con honor...los vikingos reconocen el esfuerzo de su rival y les premia con la entrada al Valhalla, allí dónde sólo los héroes caídos en la guerra con honor tienen permitida la entrada esperando luchar junto a Odín en el Ragnárok o día del juicio final (Armagedón).

                                                @mvikingspain/Toperro y Javier Platero

Tras el final del partido, toca volver a Londres y cenar y celebrarlo, miradas cómplices con vikingos en la primera victoria de la temporada, épica batalla a recordar, charlas interminables con seguidores de los Vikings en el metro y un final feliz (no, no estamos hablando de esos servicios que tienen el mismo nombre y que nos ofrecieron al lado de donde fuimos a cenar -rechazados, por si os pica la curiosidad- y de donde celebrarían los Vikings su victoria en una discoteca afamada de Londres).

Aventura excitante, increíble, quizás sólo se podría igualar en una Superbowl o un partido de NBA...a lo mejor la vida me da otra oportunidad para juzgarlo mejor pero que nos quiten lo bailao.

Evidentemente la moraleja del viaje es...si tenéis la ocasión de poder ver un partido de NFL en directo, aprovechadla al máximo, disfrutar e interactuar con la gente...merece mucho la pena, mis pequeños cornudos y visitantes e invitados varios que leáis esto.

SKOL VIKINGS!!!







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