domingo, 27 de noviembre de 2011

Crónica Minnesota Vikings 21-27 Oakland Raiders caída libre...

Una nueva derrota de los Vikings y esta vez ante los Raiders por 21-27 que les deja con un balance 2-8 (el peor desde 1962) y con un futuro tan negro como la equipación de unos Raiders que aprovecharon la lesión de Peterson y su dureza defensiva rozando el límite del reglamento para desquiciar a unos impotentes Vikings que tuvieron varias oportunidades para hacerse con el partido pero la secundaria de Oakland estuvo brillante en los momentos decisivos, todo lo contrario que su homónima de Minnesota que necesita un lavado de cara muy profundo de cara a próximas temporadas si quiere ser una defensa seria en todas las facetas y no solo en la parcela terrestre.

El partido estuvo marcado por la enorme cantidad de penalizaciones a ambos equipos, especialmente a unos Raiders que lideran esta faceta sobre todo por tonterías de sus jugadores que conceden oportunidades de oro a los rivales con jugadas que no iban a ser peligrosas en ningún momento.

Peterson anotaba un TD de 12 yardas para colocar el 7-0 y a partir de ahí, su lesión y la incapacidad de la defensa de contener a un Palmer certero, a una dupla terrestre con Bush y Reece que supieron dañar a una de las mejores defensas terrestres de la competición y que Ponder fue interceptado dos veces en la end zone cuando todo hacía presagiar una remontada tras el apagón de Oakland en la segunda parte.

Los Raiders estuvieron brillantes en el 2ª cuarto anotando 3 TD's (el de Schilens muy bueno por cierto) y se marcharon con 7-24 al descanso y casi todo visto para sentencia.

Ponder intentó mediante sus scrambles sustituir el papel de Peterson y su OL hizo muy poco por protegerle (llevándose unos cuantos sacks) por lo que tuvo que asumir riesgos que costaron intercepciones.

En un último cuarto trepidante, los Vikings se colocaron 21-27 gracias a dos TD's de Harvin y Rudolph y bloquearon un FG de Janikowski que dió alas a los locales pero que claudicaron ante la férrea defensa de Oakland y la ausencia de un receptor que marque diferencias de verdad en el equipo.

El partido en sí no tuvo mucha historia, Jared Allen vio truncada su racha de sacks en partidos consecutivos y el susto de la tarde nos lo llevamos todos con la lesión fortuita de Heyward-Bey que estuvo mucho tiempo en el césped del Metrodome tendido temiéndonos lo peor tras su choque con la rodilla de EJ Henderson al recibir un placaje golpéandose la zona cervical. Afortunadamente todo indica que podrá jugar ya este fin de semana.

MVP: Carson Palmer. Lo poco que pasó lo hizo bien y fue determinante en el segundo cuarto que rompió el partido, ayudaron y mucho Reece y Bush a conseguir esa victoria junto a la buena labor de Giordano atrás.

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